¿Qué sucede con las mujeres después del diagnóstico del cáncer de mamas? ¿Qué ocurre con ellas durante el proceso de la enfermedad y mientras están en tratamiento activo?  ¿Qué pasa después de finalizarlo?

Esas son las preguntas que se hicieron el psicólogo clínico de la Unidad de Hemato-Oncología y del Programa de Alivio del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de La Serena, Francisco Javier López, quien junto al académico de la Escuela de Diseño de la Universidad Diego Portales, Álvaro Arteaga, buscan visibilizar y tomar conciencia sobre etapas de la enfermedad donde la mujer debe enfrentarse a procedimientos tan invasivos como la mutilación de su cuerpo.

Este es el énfasis de “Re-Velar: experiencia emocional del cáncer de mama”, proyecto audiovisual con el que los profesionales buscan ahondar un aspecto generalmente pasado por alto. “El foco suele estar en la prevención, pero no en quienes finalmente padecen la enfermedad y debe enfrentar sus consecuencias”, dice Arteaga.

Un conjunto de retratos fotográficos, ilustraciones y videos que serán expuestos desde marzo en el Centro Cultural Palace de Coquimbo, da cuenta del testimonio de ocho mujeres dispuestas a desafiar el rol más pasivo al que tradicionalmente son relegadas en su condición de pacientes, para convertirse en agentes activos, con caras y nombres, que quieren aportar desde su relato a un cambio en las definiciones sociales asociadas a la enfermedad.

“Se entienden a ellas mismas como factores de cambio frente a la calidad de la información que hay en torno al tema, quieren aportar desde su experiencia a la difusión de un proceso donde se conjugan miedos, alegrías, sueños, necesidades y tristezas, pero sobre todo ganas de vivir”, explican los autores del proyecto, y agregan: “Nos interesa la construcción de una mirada más amplia sobre el cáncer de mama a través de la voz de quienes transitan por él”. 

“Re-Velar: experiencia emocional del cáncer de mamas”, trabajo que tiene como otra de sus aristas el haberse convertido en una potente ayuda para el proceso de reconstrucción personal que atraviesan las participantes, es también un testimonio de esperanza al dar cuenta de cómo han logrado resignificar la enfermedad, razón por la que sus creadores buscan poder implementarlo como programa permanente en la unidad donde surgió.

Coincidiendo con la celebración del mes de la mujer, el proyecto podrá ser visto desde el 2 al 31 de marzo en el Centro Cultural Palace, Aldunate 599, Coquimbo.