Estimados profesores, profesoras, funcionarios, funcionarias, alumnos, alumnas de la Universidad Diego Portales:

Como todos saben, estas semanas la Universidad estuvo ocupada por grupos de estudiantes que reclamaban, entre otras cosas, mejoras en la Normativa sobre Violencia Sexual y de Género. Como dije desde un inicio, el problema obliga a distinguir entre a) la justicia de algunas de las demandas estudiantiles, y b) la legitimidad de los medios que se emplean para promoverlas. La Universidad está obligada a considerar reflexivamente las demandas estudiantiles; pero al mismo tiempo su deber es rechazar el empleo de medios coactivos, como las tomas, las funas, o cualquier otra forma de amedrentamiento, para promoverlas.

En este momento en que la toma se ha depuesto y en que se reiniciarán, conforme al calendario, las actividades académicas el próximo lunes 23, es útil revisar someramente la decisión de la Universidad en ambos aspectos.

Respecto de los medios empleados se ha reiterado a las estudiantes la ilegitimidad en que incurrieron. Se ha hecho saber igualmente que se aplicarán las sanciones -ponderando las atenuantes que las normas contemplan- previstas por el reglamento para todos los casos iniciados antes que la toma se depusiera. En lo que respecta a las cuestiones académicas, se harán esfuerzos para reiniciar la totalidad de los cursos; pero algunos de los cursos de destrezas y habilidades prácticas que requieren actividades presenciales no podrán impartirse. La Universidad no puede certificar destrezas que, atendido el tiempo que las tomas restaron, no podrán, en lo que queda del semestre, adquirirse.

En lo que atinge, ahora, a los reclamos estudiantiles, la Universidad iniciará una serie de diálogos con las estudiantes a fin de, con su ayuda reflexiva y su participación directa,  resolver los problemas que el petitorio que ellas han divulgado identifica. Por supuesto, ya habrá ocasión para que la comunidad en su conjunto considere y evalúe, también reflexivamente, lo que surja de ese diálogo.

El término de este conflicto es una ocasión para recordar que la regla básica de la vida universitaria es la de someter los propios puntos de vista y las convicciones que los animan al diálogo y el escrutinio racional. Es lo que -ahora que las tomas han finalizado- haremos en conjunto con las estudiantes.

 

Carlos Peña

Rector