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Recomendaciones

04 / 11 / 2020

¿Cómo afrontar el último periodo del año, con el cansancio acumulado, el estrés o falta de energía y la incertidumbre que el contexto nacional e internacional  ha traído consigo? La académica de la Facultad de Psicología, psicóloga y Magíster en Psicología Clínica, Guila Sosman, entrega recomendaciones sobre este tema.

El año 2020 ha sido un año especialmente desafiante por la crisis sanitaria existente debido a la aparición de la COVID-19, constituyéndose esta enfermedad en una pandemia a nivel mundial.

En este sentido, las medidas que se han tomado para disminuir el contagio de esta enfermedad, han implicado un cambio radical en nuestros estilos de vida, impactando también la salud mental de las personas en general y en mayor medida a los más vulnerables como niñas, niños y adultos mayores.

Estamos ya concluyendo este año 2020, lo que conlleva muchas veces cerrar procesos y ciclos, evaluar y reflexionar respecto de lo realizado este año y planificar el próximo. Lo anterior, en el contexto de pandemia es mucho más complejo, si consideramos el agotamiento, estrés acumulado y falta de energía que está presente en muchas de las personas. Se suma a esto, la sensación de incertidumbre y ansiedad frente a un próximo año poco predecible, considerando que continuamos viviendo una crisis sanitaria y no sabemos cuándo esto va a terminar.

Ante este panorama es importante identificar que nos pasa emocionalmente, permitir que aparezcan nuestros temores, para así poder enfrentarlos sin negar lo que nos sucede. También es relevante compartir con nuestra comunidad, amigos, amigas y familiares, tanto lo positivo como lo negativo de lo que ha ocurrido este año, lo que puede estar facilitado por las celebraciones de fin de año, aunque esta vez se celebre de manera distinta, con las precauciones necesarias para evitar el contagio.

Otra medida que puede ser útil es definir qué es urgente e identificar lo que no lo es, para así organizar el tiempo dependiendo de nuestras prioridades, por lo que debemos delegar o dejar de hacer lo que no podemos llevar a cabo. Para esto es necesario aceptar nuestros límites y adecuar las expectativas que teníamos de este año 2020 a la realidad que vivimos, valorando principalmente los aprendizajes obtenidos.

El término del año es especialmente difícil para las personas que han vivido una pérdida, considerando que estamos viviendo una pandemia, puede ser frecuente que existan personas contagiadas, enfermas, hospitalizadas o que hayan vivido el lamentable fallecimiento de un cercano. En estos casos es relevante estar en contacto con estas personas, ofreciendo apoyo, contención y compañía, ya que el aislamiento puede aumentar el estrés, la desesperanza, tristeza y apatía.

Por último, es necesario mantener rutinas saludables de sueño, alimentación y salud física, así como estar conscientes de cuidarnos y cuidar de los demás. Algo que dejó en claro esta pandemia es que no somos responsables únicamente de nosotros, sino que también de todos y todas quienes nos rodean.

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