AGENDA
18 / 08 / 2020
La agarofobia es un cuadro clínico caracterizado por un conjunto de temores que se asocian entre sí, como temor a salir del hogar, a entrar en tiendas o centros comerciales, a las multitudes y al transporte público entre otros. Cuando una persona tiene agorafobia, presenta conductas de evitación y mucha ansiedad, especialmente ante la posibilidad que tengan un ataque de pánico o se desmayen en público y que no puedan recibir ayuda. La ansiedad se puede observar a nivel físico, con síntomas como sudoración en las manos, aceleración del pulso cardiaco, entre otros.
En el contexto de desconfinamiento en el cual estamos actualmente, pueden aparecer distintos trastornos de ansiedad, siendo la agorafobia una de éstos. Aún no se sabe las estadísticas porque las veremos en el transcurso de este proceso, pero sí sabemos por las realidades de otros países, que es común que se manifiesten ansiedades y temores a salir de la casa y a enfrentar de nuevo la realidad. Esto ocurre tanto en los niños, como en los adolescentes y adultos, sin embargo, en los niños más pequeños puede que sea más difícil de detectar considerando que no siempre pueden verbalizar lo que les ocurre, por lo que el llamado es a que los adultos que están al cuidado de menores de edad, estén atentos a expresiones como temores y ansiedades.
El desconfinamiento puede implicar la aparición de agorafobia por varios motivos, entre los cuales está el enfrentarse al mundo exterior, con el riesgo de contagiarse de Covid-19 y por ende la aparición de temor a enfermarse, a la muerte, a contagiar o ser contagiado. También puede ocurrir que exista temor a relacionarse con otros de manera presencial, considerando los meses en que las relaciones han sido de forma virtual, por lo que debemos aprender a vincularnos nuevamente, si tomamos en cuenta que ahora las relaciones se desarrollarán de manera distinta, porque debemos conservar el distanciamiento social.
Para tratar estos temores es importante conversar respecto del desconfinamiento con las personas cercanas o en la familia, por ejemplo hablar acerca de las etapas, las precauciones, lo que han hecho otros países, etc. También es recomendable, en caso de que la persona comience a presentar síntomas ansiosos, que piense en anticipar lo que ocurrirá cuando vuelva a la “normalidad”, es decir, que imagine distintas situaciones que lo estresen y cómo las va a resolver. Otro punto importante es la psicoeducación y normalización, que en este caso se refiere a comprender que a todo y todas nos va a afectar el alguna medida volver a nuestra rutina, esto puede ser de distinta manera y magnitud, pero será algo generalizado.
Por otra parte, se puede psicoeducar específicamente en lo relativo a la agorafobia, es decir, que las personas conozcan las distintas manifestaciones del cuadro que padecen. (reacciones físicas, pensamientos asociados, causas, etc), lo cual las puede ayudar a sentirse más seguras y prevenir situaciones que les causen estrés.