Como parte de la promoción y fortalecimiento de la formación global, directivos de la Dirección General de Relaciones Internacionales y de la Dirección de Estudios Generales gestionaron la participación de la académica de la Universidad de Leiden y experta en migración, Amalia Campos-Delgado, en la clase final del Diploma de Honor en Global Studies (DHGS).

De esta manera, el miércoles 26 de noviembre, la Profesora Adjunta de Derecho y Sociedad del Instituto Van Vollenhoven de la Universidad europea, dictó la charla magistral “Externalización fronteriza y regímenes de control de tránsito. Una mirada al caso de México”.

Combinando las perspectivas de la sociología política, las relaciones internacionales y la criminología, la académica reveló la infraestructura de la movilidad global. Con esta finalidad, y a modo referencial, inició su charla con el caso del control migratorio en México, su país natal.

De este ejemplo, la especialista desprendió una serie de conceptos clave que, a su juicio, se replican en múltiples fronteras, en especial, en aquellas donde se comparte la precariedad y la falta de Estado.

El control remoto de las fronteras, la externalización, la subcontratación del control fronterizo, y la “arquitectura de repulsión”, fueron planteadas como la columna vertebral del manejo político de la migración marcada por las asimetrías de poder entre las naciones.

La académica dio especial atención a las implicancias éticas de la infraestructura global de la movilidad, actualmente sustentada en restricciones y discriminación por nacionalidad, raza y clase.

“Las políticas restrictivas de migración no disuaden la migración. La hacen más difícil, más costosa, más violenta. Si se hace más restrictivo el control migratorio, más gente va a tener que recurrir a la industria del cruce irregular, porque no hay otras salidas”, destacó.

En este punto, la académica aseguró que a través de estas políticas “el Estado de externalización financia y autoriza la violación de los derechos humanos y elude las responsabilidades”.

De aquí surge, explicó, lo que se ha denominado el “Modelo criminal de la migración”, es decir, la aplicación de un control de criminalidad en los contextos de migración.

Esta construcción, ahondó, pone al “migrante como enemigo”, lo deshumaniza y genera un distanciamiento moral y político.

Esta cultura, puntualizó, finalmente genera el quebrantamiento de la lógica de la empatía. “La criminalización, lo que hace, es que, aun cuando lo tienes a un lado, no puedas hacer una conexión de humanidad, porque se construye como un otro criminal”.

La académica de la Universidad de Leiden llamó a comprender que las categorías de movilidad se construyen histórica y geográficamente, por lo que cabe preguntarse “¿quién gana con la migración restrictiva?”.

Antes de finalizar, Delgado-campos llamó a dudar de todo y cuestionarse, teniendo presente en todo momento que “los migrantes son una herramienta política. Lo han sido en múltiples espacios, en múltiples contextos, en Europa, en África, en América”, concluyó.

Esta charla formó parte de un ciclo abierto, realizado por la Dirección de Estudios Generales, entre el 19 y el 28 de noviembre, con el objetivo de ampliar el alcance de los estudios que se profundizan en los ocho Diplomas de Honor, dirigidos al estudiantado que se encuentren en el 20% superior del ranking académico de sus respectivas carreras.

Asimismo, se coordinó como parte de los compromisos de colaboración internacional establecidos en el convenio académico abierto entre la UDP y la Universidad Leiden.

Para informarte sobre la convocatoria de los Diplomas de Honor 2026, accede a esta nota.