El 5 de agosto, Fernando Rosenblatt, profesor asociado de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad, publicó, junto a los politólogos Verónica Pérez Bentancur y Rafael Piñeiro, la versión en español del libro How party activism survives. Uruguay´s Frente Amplio (Cómo sobrevive la militancia partidaria. El Frente Amplio de Uruguay).

El texto, que en 2020 fue reconocido con el premio Leon Epstein Outstanding Book Award que otorga la Asociación de Ciencia Política de Estados Unidos, fue presentado en una actividad realizada en la Universidad Católica del Uruguay.

Publicado originalmente por Cambridge University Press, el estudio profundiza en el fenómeno frenteamplista en Uruguay a partir del análisis de su militancia activa. De acuerdo a ello, Fernando Rosenblantt explicó que el Frente Amplio de Uruguay, desde su fundación en 1971, ha apostado por el fortalecimiento de sus bases. Según comentó, esta es una de las características más destacadas de esta coalición política: “No es meramente testimonial o solamente para aplaudir a los líderes”, explicó.

“Nosotros terminamos la versión en inglés y español planteando lo siguiente: uno podría pensar que esta organización política del Frente Amplio de Uruguay es una organización del pasado, porque los comités de base, que son la estructura donde la militancia participa de manera regular, nacen en 1971. Ese es el sentido común que está instalado, sin embargo, si es verdad que la ciudadanía está cada vez más informada, entonces, tener estructuras abiertas a la ciudadanía, pero que a su vez garanticen eficacia en la participación, quizás no sea una cosa del pasado, quizás sea en realidad el desafío del tipo de democracia que debiésemos tener en el siglo XXI”, subrayó el académico.

“Es decir, en la estructura del Frente Amplio, los comités de base son un referente territorial y local, con niveles intermedios y nacionales, donde, en todos esos niveles, encontramos militantes de base (…). Entonces, soy militante de base y, eventualmente, puedo estar ubicado en la mesa nacional del Frente Amplio o en el plenario nacional y, si no soy yo, serán delegados del comité en el que participo o de la coordinadora en la que participo. Entonces, la militancia es parte del proceso de toma de decisiones del partido”, complementó.

En ese sentido, el politólogo Fernando Rosenblantt indicó que la investigación deroga distintas ideas: “No es cierto que los partidos políticos sean organizaciones del pasado o que tener militancia activa sea una cuestión del pasado y que eso sea algo que está en declive”.

“Está en declive, entre otras razones, porque los partidos abandonaron a su militancia, a su base social. Ahí hay un aspecto de decisión política. En segundo término y, relacionado con eso, hay reglas que los partidos se pueden dar a sí mismos a nivel organizacional para mantener y reproducir militancia. Eso es importante, porque tener partidos fuertes, que funcionan de manera permanente, contribuyen a tener democracias más fuertes y con mejores niveles de representación democrática”, dijo.

Tras su publicación en español, las conclusiones de este estudio podrán ser extendidas por todo el continente. En esa línea, el académico valoró esta versión del texto: “Creemos que puede ser de interés para aquellas personas a las que les interesa el funcionamiento de la democracia, el funcionamiento de los partidos o incluso, para quienes trabajan en partidos”.

El académico tampoco descartó futuras publicaciones en formato digital.