Estamos en un escenario muy complejo para la salud mental, tomando en cuenta que cuando ya se asomaba la posibilidad de retomar nuestras actividades y nuestra vida en general, debemos volver al confinamiento con todas las limitaciones que esto significa. Lo primero que puede aparecer es la sensación de desesperanza, tristeza, rabia y ansiedad entre otras, además de la posibilidad de que reaparezcan o se agudicen síntomas y trastornos psicológicos que habían remitido. Esta situación puede imponerse como un retroceso o como algo que perdurará en el tiempo, no obstante, es importante detenerse a pensar que la manera en que interpretemos la realidad va a impactar directamente en la forma en que la vivimos. Las explicaciones que nos damos, son eso, no son verdades, y esto es importante para relativizarlas, es decir, vamos a vivir esta nueva cuarentena como un retroceso en gran parte si lo pensamos como tal, distinto a pensar que ya hemos ganado experiencias y aprendizajes de cómo enfrentar el confinamiento por lo que la experiencia puede ser diferente, nos podemos sentir más seguros de que conocemos como funcionamos en esta condición, sus contras y también algunos pros. Ya sabemos que existe vacuna y no estamos a la espera de que se invente, entre otros conocimientos que hemos ido incorporando.

Por otra parte, es importante tomar medidas que nos hagan sentir más seguros y tranquilos, como es el estar en contacto con nuestras redes comunitarias, de amigos y familiares, fortaleciendo los vínculos significativos y sanos. Además, es recomendable que intentemos simplificar la vida en los temas que sea posible, sin exigirnos más de lo que podemos realizar dada la crisis sanitaria en la que nos encontramos, por ende, no nos exijamos o juzguemos con severidad si estamos más cansados, irritables o desmotivados, porque es esperable que lo estemos.

Por último, se recomienda consultar a un especialista en salud mental si aparece malestar psicológico significativo que interfiere con nuestra vida, como puede ser un cuadro depresivo o trastorno ansioso. Asimismo, no hay que dejar de lado que existen grupos vulnerables, como son las mujeres, niños y niñas y adultos mayores, a los que tenemos que tener en consideración, dado que es esperable que presenten mayor impacto en su salud mental y requieran de una atención especial.