Cuarentena

Por Albana Paganini

Recibimos “online” una cantidad infinita de información sobre lo que podemos hacer en esta cuarentena; consejos para mitigar la ansiedad o el “estrés” del aislamiento, cursos gratuitos, encuentros vía zoom con diversos profesionales etc.  Son por lo general iniciativas muy loables, sin embargo, no es fácil organizar una rutina en la casa, trabajar online y practicar yoga en un mismo día. Una de las razones es que debemos comprender que en la situación actual no hay muchas posibilidades para la anticipación y es eso justamente lo que produce ansiedad.

La anticipación permite la construcción de ritmos y espacios que nos protegen del exceso de estímulos y el continuo estado de alerta que ellos producen. Estar hiperconectado a las redes no contribuye en muchos casos a aliviar la ansiedad, ya que no tenemos la posibilidad de metabolizar psíquicamente tanta información. Nuestras vidas han sufrido un cambio drástico y debemos  saber que no podremos recuperarlas en forma virtual.

En el caso de los niños, por ejemplo, parte del trabajo de ser padres es filtrar la información y ofrecer una trama simbólica que le permita construir un relato propio posible. Con los adultos sucede algo similar, la sobre exposición a la información, sin tener la posibilidad de elaborar ese “quantum” ilimitado y excesivo de información puede resultar no sólo estresante, sino también traumático en algunos casos.

La situación actual excede incluso la definición de una crisis, es más bien la experiencia de que la cotidianidad que nos sostenía hasta ayer se ha desmoronado y quedamos en el medio de un vacío que nos impide simbolizar, por ahora, lo que está ocurriendo. Es decir, estamos frente a un escenario único y sin precedentes. Tal vez parte de lo que sí podemos hacer es darnos el tiempo para ir recomponiendo gradualmente nuestra vida con los otros, estar comunicados es fundamental. Pero no  es lo mismo estar comunicado que hiperconectado, justamente tal vez lo que ocurre es que la sobre exposición virtual impide comunicarnos y nos arroja a un hacer frenético sin mucho sentido y rumbo. Estar comunicados es reducir la distancia afectiva del aislamiento y saber que no estamos solos en un mundo virtual, es estar con otros, cuidándonos. Puede parecer a estas alturas un cliché, pero la experiencia vital actual solo es posible de ser construida y elaborada con otros, en forma colectiva.

 

Datos para considerar:

• El Servicio de Atención Psicológica (SEAP) de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) está generando material e apoyo y recomendaciones en torno a la salud mental y hábitos de estudios que pueden revisar en la sección noticias del sitio de estudiantes: https://estudiantes.udp.cl/
•  Frente a la contingencia nacional el Departamento de Deportes de la Universidad Diego Portales, pone a disposición esta guía básica de ejercicios en casa, basada en algunos artículos de diversos gimnasios y revistas consideradas útiles para entrenar. Descargar guía AQUÍ
• La Clínica Psicológica también está atendiendo y para consultas escribir a clí[email protected]